35 costureras y confeccionistas ya entregaron 3000 la semana pasada y prevén incrementar la producción. En una iniciativa que combina el aporte de insumos sanitarios al área de Salud con la reactivación laboral del sector emprendedor textil.
La Mesa Textil Bariloche se ha puesto al servicio de las acciones por la emergencia sanitaria por el Covid-19. Luego de relevar las principales necesidades del Hospital Zonal “Ramón Carrillo”, se encargó a las costureras y confeccionistas que participan de este espacio la fabricación de camisolines descartables.
La Mesa es un espacio interdisciplinario en el que participan el Municipio (a través de la Secretaría de Producción, Innovación y Empleo), los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Nación, y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), junto a emprendedoras textiles de la ciudad. De este colectivo han surgido desde su creación distintas vías de promoción de la actividad y capacitaciones, e incluso originales estrategias de comercialización como la expo “Uniendo Tramas”.
En este caso, se dio un doble contexto: por un lado la necesidad de insumos sanitarios para el sector de Salud de la ciudad, y por otro la baja o nula actividad del sector emprendedor textil local por la suspensión de actividades y espacios de venta debido a la cuarentena.
Así, se desarrolló desde la Mesa -en articulación con la Fundacion Nutrir Patagonia y el Hospital Zonal “Ramón Carrillo”- un proyecto de abastecimiento de insumos sanitarios para el hospital público. En ese marco, se realizaron gestiones con el Ente de Desarrollo de la Cordillera de la Provincia de Río Negro (ECO), que aportaron parte de los recursos para llevar adelante la iniciativa.
En el marco de este proyecto, el compromiso asumido por la Mesa significó poner en valor el capital organizativo construido durante estos casi cuatro años de trabajo con el sector textil de la localidad, en favor de, por un lado, dar respuesta a la demanda concreta de insumos hospitalarios de confección textil en el marco de la pandemia (en este caso camisolines descartables); y por el otro, favorecer el aporte de ingresos a las economías familiares de una importante cantidad de costureras, confeccionistas y diseñadoras textiles de la ciudad, que ven encarecidas sus economías como consecuencia del aislamiento social preventivo.
Este trabajo de la Mesa Textil implica:
- La gestión de insumos textiles para la confección (friselina común, friselina hemorrepelente, tela tipo tyvek, tela para puños: rib, modal, etc), en articulación con el ECO
- El traslado de insumos a talleres con mesa de corte (para esto se ha contado con un vehículo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación)
- La organización de la producción: corte, conteo, empaquetado
- La distribución puerta a puerta, en las unidades productivas, de la tela cortada
- La recolección de la producción de camisolines puerta a puerta desde las unidades productivas al centro de acopio (con vehículos provistos por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Municipio de Bariloche)
- El control de calidad de la producción
- La entrega de camisolines al Hospital Zonal
- La gestión de la facturación, depósitos y cobro del trabajo de cada costurera
El objetivo es afianzar esta logística y llegar a una producción ideal de 5500 camisolines por semana, cifra sujeta a la entrega regular de tela por parte de los proveedores. En la primera semana de trabajo, del 24 de abril al 2 de mayo, se fabricaron y entregaron 2750 camisolines de friselina común, con el trabajo de 35 costureras-confeccionistas.
Además, se prevé sumar a estas tareas la confección de un pedido menor de mamelucos de tela tipo tyvek, y muy probablemente barbijos.
En esta operatoria, para asistir a las emprendedoras textiles, la Mesa Textil puso a disposición el trabajo de diversos técnicos (uno del Ministerio de Trabajo, dos del de Desarrollo Social y dos del Municipio, a través de su División de Trabajo Asociativo). La Municipalidad y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación han aportado además vehículos para los traslados de insumos y producción, y ese ministerio puso a disposición también la sede del Centro de Referencia, como espacio de acopio de la producción.