Nuestra ciudad no sólo es la capital del turismo patagónico, sino también una de las localidades con más crecimiento demográfico de la región en los últimos años. Desde la Municipalidad se debió encarar un programa de obras para ampliar su infraestructura vial, de servicios y de espacios urbanos para responder a una demanda exponencial. Cuáles son las cifras detrás de esa transformación en curso.
Para muchos es una sorpresa enterarse de que Bariloche tiene uno de los ejidos urbanos más grandes de Argentina, equiparable al de la Ciudad de Buenos Aires. Su población sigue creciendo y la infraestructura no siempre ha llegado a ampliarse al ritmo de ese crecimiento. ¿Cómo hace Bariloche para encarar ese desafío?
Con una población estimada de 140 mil habitantes -30 veces menos que CABA, y por lo tanto con mucha menos recaudación para fondos propios-, y una tasa de crecimiento por encima de la media nacional, la ciudad enfrenta hace años un problema mayúsculo: diseñar un plan de obra pública con una estrategia de financiamiento que privilegie el bienestar de las personas por sobre el rendimiento económico.
¿Por qué? Porque llevar el gas natural a un barrio periférico con 60 familias es un esfuerzo financiero mucho mayor que lo que puede ser en una gran ciudad del conurbano. Una ruta de transporte público o hasta el servicio de recolección de residuos enfrentan largos recorridos para cubrir las necesidades de grupos pequeños de vecinos. O a la inversa: ante algunos núcleos poblacionales muy concentrados en poco tiempo, hay que resolver muchas cuestiones al mismo tiempo, con barrios que han multiplicado su población en pocos años y tienen necesidades urgentes en simultáneo: gas natural para encarar el invierno patagónico, pluviales para evitar anegamientos, mejoramiento vial para llevar transporte, conexiones eléctricas seguras, agua potable frente a la crisis hídrica regional.
La intendencia de Gustavo Gennuso debió planificar con mucho cuidado su plan de obra pública, para llegar primero a los lugares más postergados y para conseguir financiamiento para obras de gran magnitud, reservando los fondos propios para proyectos de escala más abarcable de manera autónoma.
Por un lado cultivó un vínculo productivo y aceitado con las distintas administraciones nacionales y provinciales, gracias al cual viene consiguiendo fondos claves de diversos programas, como los nacionales PROMEBA y RENABAP, o el Plan Castello a nivel provincial. Y por otro, diseñó herramientas creativas de financiamiento propio, como la ya célebre Ecotasa, que despertó dudas al principio y hoy se consolidó como una de las herramientas más útiles para costear obras de envergadura media.
En estos seis años de gestión, el Municipio de Gennuso priorizó la llegada de servicios esenciales para los barrios del Sur, la pavimentación y mejoras viales, y la construcción de espacios comunitarios cubiertos y al aire libre.
Para las obras de mayor magnitud requirió también de gestionar previamente dos importantes avances de infraestructura con financiamiento nacional junto al gobierno de Río Negro: la ampliación del Gasoducto Cordillerano y la construcción del Colector Costanero (con previa ampliación de la planta depuradora local). Eso destrabó la posibilidad de comenzar a encarar proyectos de redes de gas natural y de cloacas para muchos barrios.
Servicios esenciales para los barrios más postergados
En la Pampa de Huenuleo -los barrios del Sur que nuclean gran parte del crecimiento demográfico de Bariloche en las últimas décadas-, fueron clave las gestiones de Gennuso para obtener financiamiento del Programa de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA) de Nación. Gracias a esas sucesivas inyecciones de fondos, el Municipio logró concluir las dos etapas de la red cloacal del barrio El Frutillar (llegando a 2400 familias con una inversión de 110 millones de pesos), finalizar los desagües pluviales de Nahuel Hue y Nuestras Malvinas (una zona que se anegaba muchísimo en otoño e invierno) por un monto final de cerca de 90 millones, y la obra histórica para llevar el gas natural a los barrios El Frutillar, Nuestras Malvinas, Nahuel Hue y El Maitén, beneficiando a 1500 familias que habían quedado fuera de las redes ya construidas.
El gas natural también llegó a otros barrios, como Mari Mari, Vivero, Argentino y Habana, a veces con fondos nacionales y otras con el mecanismo de contribución por mejoras, en que los frentistas pueden pagar en cuotas la obra total y con el Municipio aportando la mano de obra y logística. Y actualmente están en ejecución más ampliaciones de redes, como el caso de los barrios Parque El Faldeo, Nueva Jamaica y Wanguelén, y la pronta a finalizarse en Villa Lago Gutiérrez, que había comenzado a instalarse en 2013 y quedó paralizada por muchos años.
En estos años el Municipio también llevó pluviales a los barrios Belgrano y San Francisco III, y redes cloacales a Jardín Botánico -otra obra que había quedado paralizada en otra gestión- y a 800 familias en los barrios San Francisco II, III y IV.
Hubo también un interesante aprovechamiento de programas nacionales de amplio espectro, como el Plan Nacional de Hábitat y Vivienda, con el que Gennuso consiguió entre 2016 y 2017, tras la urbanización y regularización dominial, una inversión de 25 millones de pesos para los barrios Vivero y Habana, llevando un mejoramiento integral: redes de agua potable, cloacas, red eléctrica, luminarias, cordón cuneta, veredas y enripiado.
Y el plan de Gennuso no se detiene ahí: actualmente están en proceso de licitación 4 obras de gran envergadura, gestionadas y financiadas a través del PROMEBA IV. Con una inversión prevista de casi 490 millones de pesos en total, los proyectos abarcan nuevos pluviales, cloacas y la ampliación y refacción completa de un Centro de Desarrollo Infantil municipal, y beneficiarán a miles de familias en total, de los barrios Omega, El Frutillar, Cooperativa 258, Nuestras Malvinas y Ushuaia. También está en proceso de licitación la red eléctrica, conexiones domiciliarias y tableros para el barrio 29 de Septiembre, con fondos que el Municipio gestionó a través del Programa de Inclusión Eléctrica Nacional (PROINEN). Y con el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), con su Fondo de Integración Socio Urbana, ya se están encarando las obras de ampliación y presurización de las redes de agua potable en los barrios Arrayanes, Eva Perón, Barda Este y Vivero.
Una infraestructura vial creciente
Al asumir en su primera gestión, el intendente Gennuso programó una mejora de la conectividad vial de la ciudad. No es fácil el mantenimiento de las calles -tanto pavimentadas como de ripio- ante el clima patagónico cordillerano, y para eso se invirtieron anualmente varios millones de pesos provenientes de fondos propios municipales en planes sostenidos de bacheo y en la llegada de nuevas pavimentaciones.
Las obras incluyeron desde la transitada avenida 12 de Octubre (constantemente dañada por las crecientes raíces de su boulevard de pinos), que fue en buena parte repavimentada con hormigón, hasta los accesos a barrios y las calles internas más transitadas, sobre todo buscando una mejor circulación para el transporte público. Además se encaró la repavimentación con hormigón de otras calles del corazón comercial de la ciudad, como la transitada Onelli, y las vías alternativas de circulación cercanas a zonas de alta congestión de tráfico, como en la zona del Ñireco y en el Oeste.
Actualmente el Municipio está ejecutando la pavimentación del acceso al barrio Las Victorias (con más de 1000 familias beneficiadas) y el asfaltado del acceso a Colonia Suiza, en este caso con una inversión de casi 100 millones de pesos tramitados por la comuna a través del plan Argentina Hace II. Además, concluyó recientemente el asfaltado de parte de la colectora comercial del km 13 (obra a la que sumó cordón cuneta,vereda, luminarias, bancos y cestos de residuos), y ya está terminando de delinear el proyecto de rotonda derivadora en la muy transitada intersección de Av. Juan Marcos Herman y calle Beschtedt, con una inversión de más de 11 millones de pesos que provendrán del canon que abona Catedral Alta Patagonia por la concesión del centro de esquí del Cerro Catedral.
Otro tema a afrontar en estos años fue la conectividad entre zonas, por lo que Gennuso tramitó a través del Plan Castello del gobierno provincial los 35 millones de pesos necesarios para construir un nuevo puente vial de doble circulación sobre el río Ñireco, y la construcción del Puente Negro en Villa Los Coihues con fondos municipales.
No obstante, una de las obras más ambiciosas ya está en ejecución: la ineludible refuncionalización de la Av. Bustillo. Gracias a la gestión conjunta de Gennuso y el gobierno provincial, con más de 700 millones de pesos del programa Argentina Hace II se está comenzando la primera etapa de la obra, que incluirá pavimentación, cunetas, veredas, ciclovías, colector, soterrado de iluminación, agua y pluviales para sus primeros 4 km, con fecha estimada de finalización para 2023.
Inversión vital en espacios comunitarios y turísticos
Otro de los ejes de inversión de la gestión de Gennuso en Bariloche tiene un fundamento social: el intendente no pierde ocasión para insistir en la importancia del encuentro comunitario, y el desarrollo integral desde lo social, lo cultural y lo deportivo.
A lo largo de su gestión, destinó más de 100 millones de pesos a la infraestructura deportiva de la ciudad, con una combinación de fondos gestionados ante Nación, un buen vínculo con el sector privado y la Ecotasa, que genera fondos propios para obras de infraestructura turística que los residentes también aprovechan. Es el caso de los llamados Paseos Urbanos (del Este, del Oeste, del Sur y de Río Minero), con senderos hormigonados para peatones, ciclistas y patinadores, juegos para chicos, juegos saludables con postas de ejercicio, iluminación con LED, parquización y equipamiento urbano -bancos, cestos de residuos y señalización. En total, más de 45 millones de pesos de la Ecotasa se tradujeron en nuevos espacios para el disfrute el aire libre.
El skatepark y el pumptrack, con una combinación de fondos de la Ecotasa y aportes privados, convirtió una inversión de alrededor de 20 millones de pesos en dos espacios con más de 1200 m² patinables, que hoy son un punto de encuentro para la juventud y un escenario para competencias de renombre nacional e internacional.
En septiembre pasado, además, Gennuso inauguró el esperado Centro Social, Cultural y Deportivo Nº 4, tras recuperar los cimientos de una obra comenzada hace casi 30 años y abandonada por las sucesivas gestiones municipales. Financiado con casi 20 millones de pesos provenientes del canon anual de Catedral Alta Patagonia, el nuevo espacio cuenta con 700 m² y ya tiene un apretado cronograma de actividades gratuitas.
La Municipalidad de Bariloche gestionó además casi 15 millones de pesos ante el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación para remodelar completamente el legendario Estadio Municipal “José Antonio Jalil”, jerarquizándolo con 244 m² de obra nueva.
A lo largo de estos 6 años, el gobierno de Gennuso invirtió también en la mejora de espacios comunitarios y barriales, buscando multiplicar los puntos de encuentro entre vecinos. Así, construyó o amplió cocinas y centros comunitarios, playones deportivos y plazas barriales, en muchos casos trabajando estrechamente con los mismos vecinos y juntas vecinales.
Con la Ecotasa también se financiaron obras como nuevos miradores en la zona de Circuito Chico, el Paseo del Lago, miradores y luminarias en la Costanera y el soterramiento de cables eléctricos y telefónicos en el Centro Cívico, despejando al fin la postal fotográfica más famosa de Bariloche.
La inversión municipal también está dirigida al mejoramiento de edificios municipales destinados a la comunidad: actualmente está ampliando 3 Centros de Desarrollo Infantil (con fondos por más de 20 millones de pesos gestionados ante el gobierno nacional y el BID) y ya proyecta la ampliación de los otros 5. En estos 6 años también incorporó una nueva Oficina de Informes Turísticos en el ingreso Este de la ciudad y la refacción completa de la oficina existente en el Centro Cívico, la ampliación y refacción del CAAT Nº 8, la nueva sede del Mercado Comunitario Municipal, la ampliación del Corralón Municipal, refacciones en el Velódromo Municipal y la proyectada ampliación de la Escuela Municipal de Arte La Llave. Además, el Municipio está en plena ejecución del Polivalente: un nuevo edificio situado en el Sur de la ciudad, que con 1500 m² de superficie albergará un Centro de Formación en Oficios Digitales y Tecnologías 4.0, espacios de producción alimenticia, un espacio de comercialización para productos de microemprendedores y las renovadas oficinas de la Delegación Municipal Sur.