A través de la resolución Nº 2140-I-2020, el Municipio reglamentó el proceso para habilitar las cocinas comunitarias. Esto permite generar espacios donde pequeños elaboradores puedan llevar adelante su producción de alimentos y habilitar esos productos.
Con el impulso de la Secretaría de Producción, Innovación y Empleo, el Municipio avanzó en la normativa de Salas de Elaboración Comunitaria, una figura que se creó a través de la ordenanza de Código Único y que debía ser reglamentada.
Con esta nueva herramienta, se facilita el procedimiento para habilitar este tipo de espacios, conocidos como cocinas comunitarias, que permiten a distintos pequeños elaboradores que no cuentan con su propio espacio productivo, llevar adelante su producción legalmente y habilitar sus productos, pasando así del mercado informal a la formalidad y desarrollando su actividad con seguridad.
Además, las cocinas comunitarias posibilitan la articulación entre los elaboradores que en ella producen, generando sinergias desde los trámites de habilitación de los productos, hasta la formación y la comercialización, generándose un círculo virtuoso entre los elaboradores.
La creación de las Salas de Elaboración Comunitaria se contemplaron en el Código Único de Habilitaciones que impulsó el Ejecutivo Municipal y se aprobó por ordenanza en 2018, específicamente en el Régimen de Promoción de Actividades Económicas.
Eugenia Ordoñez, secretaria de Producción, Innovación y Empleo, consideró que la llegada de la reglamentación para la conformación de cocinas comunitarias será vital para este sector de la economía social y el emprendedurismo, ya que “se facilita la elaboración artesanal de estos pequeños elaboradores de alimentos, que no cuentan con espacios propios, y que a partir de la crisis económica derivada de la pandemia necesitan herramientas para salir adelante con su trabajo”.
La resolución Nº 2140-I-2020, que reglamenta el proceso de habilitación de estas Salas de Elaboración Comunitaria, apunta también a asegurar el acompañamiento para garantizar los estándares de higiene y salubridad necesarios para la elaboración de alimentos en esta escala.
Entre otras cuestiones, la nueva reglamentación establece las condiciones de habilitación y determina que el Programa de Promoción y Desarrollo Alimentario del Municipio será el área encargada de articular las solicitudes de habilitación, conformando un registro oficial y acompañando a las cocinas comunitarias en el proceso, con asistencia y capacitaciones gratuitas. También participará en el procedimiento la Dirección de Inspección General municipal.