Durante este fin de semana, los inspectores de Tránsito debieron retener casi 30 vehículos, entre autos y motos. Un motociclista tenía más de 5 veces el nivel permitido de alcohol en sangre.
La Subsecretaría de Tránsito y Transporte de la Municipalidad continúa con los controles vehiculares en distintos puntos de la ciudad, controlando el estado de los conductores, la documentación y otros posibles factores de infracción, con el objetivo de sumar a la seguridad vial de la ciudad.
Este fin de semana los inspectores municipales debieron retener en total a casi 30 vehículos por distintas razones: el viernes se retuvieron 5 autos y 9 motocicletas, y el sábado 13 autos y una motocicleta. Además, se labraron más infracciones por problemas de documentación de vehículos y conductores.
En particular, en relación a los controles de alcoholemia, el sábado se detectó el caso de un conductor de motocicleta que marcó el récord del fin de semana: 2,74 g/l (gramos de alcohol por litro de sangre), quintuplicando el máximo permitido para conducir (que es de 0,50 g/l).
Recientemente la Subsecretaría de Tránsito y Transporte incorporó nueva tecnología que permite optimizar y agilizar los controles de alcoholemia: se compraron los primeros dos Dräger Alcotest® 5000, un equipamiento profesional de alta velocidad y rendimiento para este tipo de operativos. Los alcotest funcionan sin utilizar pipeta o boquilla individual, de manera que la persona monitoreada no entra en contacto con el equipo, ya sea con la boca o las manos. El artefacto posee un embudo especial que reduce el retroceso del aire expirado al mínimo, por lo cual es mucho más seguro en tanto para la persona testeada como para quien lo manipula.
Este nuevo equipamiento se utiliza de manera complementaria con los tradicionales alcoholímetros homologados y calibrados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Durante los operativos de control, primero se somete a la persona al alcotest, que demanda mucho menos tiempo y detecta la presencia o ausencia de alcohol. En caso de que se detecte alcohol en la espiración, allí se aparta al conductor y se realiza un control con alcoholímetro, para establecer la graduación de alcohol en sangre (gramos por litro), de la que depende el tipo de infracción.