Un nuevo sueño se concreta en Bariloche: llega el nuevo Centro Social, Cultural y Deportivo Alborada

Estamos a días de inaugurar un edificio que probablemente será un símbolo a largo plazo para la ciudad: el primer centro social, cultural y deportivo que, desde el corazón de un barrio trabajador, buscará promover lazos comunitarios, con una mirada integral de unión en la diversidad. Además, será el primer edificio municipal sostenido en gran parte con energías renovables.

¿Cómo fortalecer la construcción de comunidad y la generación de lazos sociales en una ciudad que es extensa geográficamente, con inviernos largos que invitan a quedarse en casa y con un espectro socio-económico tan variado que desafía el sentido de unión? Bariloche supo ver en los últimos años que era necesaria una mirada integral para desplazar el foco desde los puntos de diferencia y llevarlo a los puntos en común. El camino elegido: la generación de espacios de encuentro social, cultural y deportivo, como el que en pocos días se inaugurará en el barrio Alborada, rescatando un proyecto que llevaba casi 30 años de abandono de gestiones anteriores.

Apenas asumió en su primer mandato en 2015, el intendente Gustavo Gennuso creó en su gabinete una nueva figura: la Secretaría de Desarrollo Social, Cultural y Deportivo fue el origen de las primeras políticas públicas diseñadas en esa dirección, guiadas por una concepción integral del ser humano y una mirada sistémica para abordar las complejidades de la comunidad barilochense. Fue clave el sostenimiento de esa decisión en el tiempo: en estos casi 6 años de gestión se optimizó aún más el camino elegido: hoy, la Secretaría de Desarrollo Humano Integral reúne y coordina los esfuerzos de esas tres clave: Políticas Sociales, Cultura y Deportes.

La otra pata de esta mirada fue la de crear una infraestructura que sostenga la promoción del encuentro comunitario, con la creación de la Coordinación de Infraestructura Social, Cultural y Deportiva del Municipio, que lleva adelante desde la arquitectura y la ingeniería el diseño y construcción de una serie de recientes incorporaciones a Bariloche. Algunas, como los atractivos skatepark y pumptrack, se lucen vistosos en la famosa Costanera de la ciudad. Otros se encuentran en el corazón de la ciudad, en los barrios, buscando que vecinos y vecinas de cada sector tengan mayor y más fácil acceso a este tipo de espacios.

Fue desde allí que surgió una iniciativa que, al principio, sonó increíble: hacía casi 27 años otra administración municipal había comenzado a construir y luego abandonó el proyecto del Gimnasio Municipal Nº 4, en el barrio Alborada. Se sumaría a los tres gimnasios municipales existentes, pero nunca ocurrió.

Gustavo y su equipo decidieron rescatar ese sueño, superando incluso la idea del gimnasio: se instalaría allí un Centro Social, Cultural y Deportivo que sería un foco de construcción de comunidad, en el que se reúnan desde la práctica deportiva hasta las muestras artísticas, los talleres de capacitación, las reuniones vecinales, el acceso a servicios municipales de acompañamiento social. Lejos del Centro Cívico y la postal turística: en medio de viviendas de trabajadores, escuelas, entre calles pavimentadas y de tierra, en el Bariloche real que no llega a las pantallas de TV de Buenos Aires y el mundo.

La concreción de un sueño postergado por 3 décadas

En 2020, el Municipio anunció esta obra que emocionó a varios barilochenses. Al anuncio lo siguió el inicio casi inmediato de los trabajos, con una inversión de aproximadamente 20 millones de pesos. El origen de los fondos también fue creativo: provinieron del acuerdo de concesión del centro de esquí del Cerro Catedral, que contempla que la empresa concesionaria Catedral Alta Patagonia financie obras clave para los barrios de Bariloche.

La obra comenzó en octubre de 2020, y partió de la poca estructura que había: una platea y algunas paredes. Y el proyecto del Municipio le dio un nuevo vuelo: el edificio, que ya está a días de concluirse, cuenta con una superficie cubierta de 700 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas: en la baja se encuentra el piso amplio y luminoso que aloja las canchas para desarrollar diferentes actividades deportivas, además de sanitarios completos y con accesibilidad, una oficina para la dirección, un consultorio médico, y un espacio de co-working con WiFi. Y en la planta alta se incorporaron cuatro salones con piso flotante, un depósito, baño y kitchenet.

Uno de los aspectos más novedosos es parte también de los esfuerzos del Municipio de Gustavo hacia una ciudad más sustentable: el edificio del Centro Social, Cultural y Deportivo Alborada será el primero de la Municipalidad en ser sustentado en gran parte con energías renovables: utilizando equipamiento con paneles solares, se cubrirá el 70% de la demanda de agua caliente (para vestuarios, sanitarios, cocina) y alrededor del 40% de la demanda eléctrica. El edificio además está orientado para privilegiar la entrada de luz natural, ahorrando la necesidad de iluminación artificial durante gran parte de la jornada.

Los baños contarán con sensores que indicarán al personal si alguien por algún motivo no salió y atender cualquier emergencia que se pudiera dar en el lugar. Además, el predio interno tendrá instaladas 8 (ocho) cámaras de videovigilancia para brindar una mayor seguridad.

El techo, con resistentes cabriadas metálicas, suma además una novedad estética, con los colores internos del techo y del espacio principal diseñados por una artista plástica de Bariloche. Para el mejoramiento del predio se levantaron y repararon los muros de contención de los cercos perimetrales, e incluso se aprovecharon adoquines reciclados de la calle Mitre para la construcción de las veredas internas y externas.

El exterior también es notable: ya se está terminando la palestra exterior, un muro de escalada de 5 metros de alto por 15 metros de ancho con 800 tomas para escalar, diseñada por prestigiosos escaladores y el Club Andino Bariloche (CAB). Se suman dos estacionamientos vehiculares y un deck/mirador que servirá como lugar de encuentro y esparcimiento, con una espectacular vista al lago Nahuel Huapi.

A su vez, se acondicionó y puso en valor un edificio anexo a este espacio, que es utilizado por la Junta Vecinal y el Centro de Atención y Articulación Territorial (CAAT) del Municipio. Se mejoró la instalación eléctrica, se renovó la pintura y los faroles externos y se construyó un deck de entrada.

El proceso de obra, supervisado por Andrés Rodríguez, coordinador de Infraestructura Social, Cultural y Deportiva del Municipio, terminó siendo además un generador de empleo: es llevado adelante por un amplio grupo de operarios entre los que se encuentran trabajadores municipales, integrantes de cooperativas y beneficiarios de programas sociales.

Faltan meros días para la inauguración del Centro Social, Cultural y Deportivo Alborada, y seguramente será a largo plazo el símbolo de una mirada integral de cómo se pueden fortalecer los lazos de una comunidad, en tiempos en que sólo parecen pesar los motivos de separación. “Hemos caminado todos estos años con esa mirada -sostiene el intendente- y dando los pasos para lograr esta integralidad desde la administración y la acción. Es una mirada que creo que debe atravesar todos los aspectos de una gestión y buscar los puntos de síntesis, los puentes que nos unen, lo que nos hace concebirnos como pares y como parte de una comunidad verdaderamente integrada”.

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