La enseñanza de las normas de tránsito se convirtió en una herramienta clave para sembrar conciencia y cuidado desde los primeros años de la escuela. En este camino, el área de Educación Vial de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte municipal continúa con su trabajo en la Escuela Primaria Nº16, turno mañana, junto a los alumnos de quinto, sexto y séptimo grado.
Las actividades comenzaron el jueves 25 y se extenderán hasta la próxima semana. Cada encuentro se desarrolla en un clima de participación activa, donde las ideas previas de los chicos sirven como punto de partida para abrir un espacio de diálogo y aprendizaje compartido.
Con recursos como semáforos peatonales y vehiculares, la propuesta se vuelve tangible y cercana. Los alumnos observan con atención el funcionamiento de las luces, las cuentas regresivas y el estado intermitente, generando preguntas y debates que permiten comprender mejor la importancia de respetar las señales.
Uno de los temas que más interés despierta es el uso del celular durante la conducción. Cuando se aborda esta problemática, surgen comentarios sinceros: “mi papá usa el celular” o “mi hermano usa el celular”. Estas intervenciones se transforman en oportunidades para reflexionar sobre el ejemplo que los adultos ofrecen y la responsabilidad que implica cada decisión al volante.
Más allá de lo lúdico, cada jornada busca fortalecer valores de prevención y cuidado en la comunidad escolar. Los niños y niñas no sólo aprenden normas, sino que también se convierten en portadores de mensajes que pueden llevar a sus hogares, promoviendo cambios en las conductas cotidianas.
El próximo lunes será el turno de la Escuela 329 del barrio El Pilar II, donde la propuesta seguirá creciendo. La educación vial en Bariloche se abre paso entre risas, juegos y preguntas, pero sobre todo con la esperanza de que cada semilla sembrada en el aula se transforme en calles más seguras para todos.