Presentaba heridas cortopunzantes alrededor del cuello y requería atención inmediata. Apenas llegó, recibió curaciones y cuidados veterinarios para estabilizar su estado.

Diez días después de su ingreso, los profesionales informaron que, tras ocho días de antibiótico oral, higiene constante con antisépticos y aplicaciones periódicas de miel y Milacrem, la herida en el borde lateral derecho muestra un cierre avanzado, la piel se encuentra en buen estado y su proceso de cicatrización continúa de manera favorable.

El director de Sanidad Animal, Roque, señaló: “Cada vez que recibimos un animal en estas condiciones de maltrato, queda en evidencia que aún como sociedad tenemos mucho por mejorar. La denuncia responsable y el compromiso ciudadano son fundamentales para que podamos intervenir y darles a estos animales una nueva oportunidad de vida”.

Moka sigue en tratamiento y bajo observación, transitando un camino de recuperación que es posible gracias a la intervención temprana y al trabajo constante del equipo de Sanidad Animal.