
Todo comenzó cuando el área de Sanidad Animal del Municipio de Bariloche recibió una denuncia por presunto maltrato.
Al llegar al domicilio, el equipo encontró a una perrita en condiciones alarmantes: presentaba una herida cortante que rodeaba todo su cuello, signo de haber permanecido atada durante mucho tiempo, además de un marcado cuadro de desnutrición.
Tras dialogar con la tutora, se logró una entrega voluntaria, y Moka fue trasladada para recibir atención médica y cuidados especiales en el área de sanidad animal.

Desde ese momento, comenzó un proceso de recuperación que combinó atención veterinaria, acompañamiento constante y una dieta nutricional adecuada.
Gracias al compromiso del personal de Sanidad Animal, la perrita no solo recuperó su salud física, sino también la confianza y la alegría.
Finalmente, y una vez en perfectas condiciones, Moka fue adoptada por Juan Carlos, un vecino reconocido por su amor y dedicación hacia los animales, quien le abrió las puertas de su hogar para siempre.
Hoy Moka vive rodeada de afecto y cuidados, disfrutando de la vida que siempre mereció.
El director del área de Sanidad Animal, Roque, expresó su reconocimiento al equipo y a la comunidad por hacer posible este nuevo comienzo:
“El caso de Moka demuestra lo que se puede lograr cuando hay compromiso, empatía y profesionalismo. Quiero agradecer profundamente a todo el personal del área —veterinarios, auxiliares, inspectores y trabajadores del sector caniles— por el esfuerzo diario y la vocación con la que afrontan cada rescate. Ellos transforman realidades. Y también agradecer a los vecinos responsables que denuncian el maltrato y eligen adoptar: son el reflejo de una comunidad que avanza hacia una convivencia más humana y solidaria.”

Desde Sanidad Animal remarcaron que la tenencia responsable implica brindar a cada animal los cuidados necesarios: alimentación, atención veterinaria, vacunación, castración y patentamiento canino, además del afecto y respeto que merecen.
El área continúa con su campaña de concientización No Al Maltrato Animal.
Historias como la de Moka nos recuerdan que cada acto de responsabilidad y empatía salva una vida. Y que, cuando la comunidad y el Estado trabajan juntos, el amor siempre encuentra la forma de vencer al maltrato.
