El sábado, el corazón de Bariloche latió al ritmo del agua. El Desfile Náutico sobre el Nahuel Huapi transformó el lago en un escenario de celebración, donde las embarcaciones más representativas de la ciudad navegaron engalanadas, ofreciendo un espectáculo visual que fusionó tradición, naturaleza y emoción. Fue una jornada donde el paisaje se volvió protagonista y el público, testigo privilegiado de una postal que quedará grabada en la memoria colectiva.

Con la música de Jean Michel Jarre acompañando, cada embarcación, cuidadosamente decorada, reflejaba el alma de Bariloche: desde lanchas históricas hasta modernas naves turísticas, todas surcaron el Nahuel Huapi con elegancia y orgullo. El lago, majestuoso como siempre, se convirtió en un lienzo donde flotaban los colores, las banderas y las sonrisas. El desfile fue una coreografía acuática que rindió homenaje a la conexión profunda entre la ciudad y sus aguas.

La gran asistencia de vecinos, turistas y familias enteras confirmó que el Desfile Náutico es ya un clásico de la Fiesta Nacional de la Nieve. Miles de personas aplaudieron, fotografiaron y celebraron cada paso del desfile, en un ambiente de alegría compartida. El evento no solo mostró la belleza escénica de Bariloche, sino también su capacidad de reunir y emocionar a través de sus tradiciones.

Más que un espectáculo, el desfile fue una declaración de identidad. Las embarcaciones no solo navegaron el lago: navegaron la historia, el trabajo y el espíritu de quienes hacen de Bariloche un lugar único. Fue un homenaje a los navegantes, a los paisajes que nos rodean y a la comunidad que, año tras año, transforma la Fiesta Nacional de la Nieve en una celebración de lo nuestro.

En cada ola, en cada reflejo del sol sobre el agua, el Nahuel Huapi reafirmó su rol como símbolo eterno de Bariloche. El Desfile Náutico lo celebró como nunca: con arte, con emoción y con una puesta en escena que dejó sin aliento. Así, la Fiesta Nacional de la Nieve sumó un capítulo épico a su historia, navegando hacia el futuro con el viento de la tradición en sus velas.