La unión hace la fuerza, y en el barrio Las Victorias, esta máxima se vive día a día. La comunidad ha dado un paso fundamental hacia la mejora de su calidad de vida con la creación de una flamante plaza.

Esta iniciativa no es solo una obra de infraestructura, sino un testimonio inspirador de cómo el trabajo en conjunto entre vecinos, representados por la Junta Vecinal, y la estructura municipal puede generar cambios positivos y duraderos en el barrio.

El puntapié inicial lo dio el presidente de la Junta Vecinal de Las Victorias, quien se acercó a la Delegación El Cóndor con un proyecto bien definido: construir un espacio verde y de esparcimiento justo en frente de la Escuela.

Este acto de proactividad y gestión vecinal demostró la visión y el compromiso de los habitantes del barrio por mejorar su entorno y ofrecer un lugar seguro y alegre para las infancias.

La respuesta de la Delegación El Cóndor fue inmediata y entusiasta. Atendiendo el pedido de colaboración, la maquinaria municipal se puso a disposición para la primera etapa crucial: el despeje y desmalezado del predio.

Esta acción no solo preparó el terreno, sino que simbolizó el apoyo concreto y la sinergia entre la institución y la comunidad. El trabajo coordinado transformó rápidamente un espacio abandonado en una superficie limpia y lista para recibir la alegría.

Pero el espíritu de cooperación fue aún más lejos. Además del trabajo de limpieza y preparación, la Delegación tuvo un gesto significativo al donar una serie de hamacas que se encontraban en su poder.

Este aporte acelera el proceso de equipamiento y añade un toque especial a la futura plaza, demostrando que la solidaridad y el aprovechamiento de recursos son clave para optimizar los resultados cuando las instituciones se alinean con las necesidades vecinales.

Con el terreno despejado y los primeros juegos asegurados, el proyecto avanza a paso firme hacia su conclusión. Las Victorias no solo ganará una plaza, sino un nuevo corazón comunitario, un punto de encuentro que fortalecerá los lazos vecinales.

Esta historia de éxito es un faro de esperanza que resalta la importancia de las Juntas Vecinales como motor de cambio y la Municipalidad como socio estratégico para construir una ciudad más inclusiva y con espacios de calidad para todos.