Una jornada que cambió sus vacaciones: Bariloche, donde el cuidado al turista es ley

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“Un infierno”; así definió una familia de turistas brasileros su odisea antes de ser asistida por personal de la Delegación Cº Otto que se había quedado varada camino al teleférico producto de un desperfecto en su vehículo.

Un episodio de tensión en las alturas del Cerro Otto puso en evidencia el compromiso inquebrantable del personal municipal con quienes eligen la ciudad como refugio, aventura y descanso.

En las horas en que el sol comienza a marcar la silueta de los cerros, una familia de turistas brasileros iniciaba su travesía hacia el teleférico del Cerro Otto. Sin embargo, el viaje se tornó incierto cuando un desperfecto en el vehículo los dejó varados en el camino, con un bebé entre sus brazos y sin respuestas a la vista.

La escena no despertó solidaridad entre los conductores que pasaban por el lugar. El aire se llenó de incertidumbre, hasta que una decisión del personal de la Delegación Municipal Cº Otto torció el rumbo de la jornada. Convocados por la situación, se presentaron en el sitio para brindar asistencia y resguardo inmediato.

Con precisión y esfuerzo conjunto, lograron movilizar el vehículo a una zona segura y acompañar a la familia en su descenso. Fue un gesto que no solo resolvió una emergencia, sino que reafirmó una convicción: Bariloche no abandona al visitante. Lo protege.

El audio que enviaron al delegado municipal resonó como testimonio. Voz emocionada, palabras sinceras, una muestra del valor que adquiere el accionar público cuando prioriza el bienestar humano. La gratitud traspasó fronteras, volviéndose símbolo del espíritu que define a quienes representan a la ciudad en el territorio.

Este hecho no fue un episodio aislado, sino parte de una trama más amplia que se teje todos los días: la de quienes cuidan, asisten y garantizan que la experiencia en Bariloche sea un recuerdo que permanezca, que inspire y convoque a volver.

El turismo en la ciudad no se limita a paisajes ni atracciones. Es también la expresión de una política de acogida, sostenida por el trabajo silencioso pero contundente del personal municipal. La Delegación Cº Otto lo demostró una vez más: estar presentes, actuar con decisión, marcar la diferencia.

Bariloche es elegida, sí. Pero lo que construye fidelidad es el trato. Y en este caso, una respuesta a tiempo transformó una jornada difícil en una historia digna de ser contada.

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